Ya están montados los puestos y el mercadillo comienza su frenética actividad. Pero no habrá ofertas de pantalones ni pañuelos ni bikinis: solo habrá mensajes destinados a convencernos de que «ellos» pueden salvarnos. Palabras sin compromiso diseñadas por gabinetes de comunicación preocupados exclusivamente por los resultados electorales.
Basta con echar un vistazo a los lemas de campaña de los principales partidos para darnos cuenta de lo que se nos viene encima:
- En el puesto número uno, el de los vencedores, Arias Cañete por el Partido Popular parte como favorito (?) con el lema «Lo que está en juego es el futuro». El suyo y el de su partido; el nuestro se lo jugaron hace tiempo y así nos va. Por lo menos no mencionan la recuperación. Pero claro, a ver quién aterriza en Europa con ese cuento.
- Elena Valenciano por el PSOE,equivoca su target con el lema «Tu mueves Europa» La única que mueve Europa es Angela Merkel pero… ¡No vota en España! ¿A quién se dirige entonces? Un ejemplo muy básico de perversión discursiva.
- Por Izquierda Unida Lara Hernández apuesta por la abstracción: «El poder de la gente«. Qué poder, qué gente, qué de qué…¿No nos ha quedado clarísimo que en Europa lo último que tiene «la gente» es poder? (La troika no son gente, son… «otra cosa»)
- UPyD con Francisco Sosa (que hasta rima con Rosa), se arranca con un arrebato de sinceridad: «La unión hace la fuerza» Una frase hecha para advertirnos de su papel como partido bisagra. Se «unirán» con quien haga falta para conseguir la fuerza necesaria para llegar al poder ¿O estarán haciendo un llamamiento para que los ciudadanos la liemos parda?
Avisados estamos.
Con semejantes alardes dialécticos, se preparan los candidatos para pelear por ser nuestros representantes. Nos quedan dos semanas de aguantar mentiras, manipulaciones y discursos vacíos. Nosotros estaremos atentos.
Y vosotros…¿Estáis preparados?
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