GRITOS Y SUSURROS

¿Cúantas veces os habéis despertado violentamente de la siesta por los gritos de un maldito spot publicitario? Era una convención aceptada que, en los cortes de programación, las marcas se permitieran subir el volúmen de sus anuncios hasta la náusea con el «lícito» objtetivo de llamar nuestra atención. Si la televisión o la radio tuvieran…