Cuando España comenzaba a salir de la dictadura, el pan Bimbo y su osito se lanzaron a conquistar pueblos y ciudades bajo el slogan “los frescos del barrio”.
Ya por entonces el osito característico de la marca era rarito. Pero en los 80 Almodóvar, Tino Casal, Mecano y todo el festival pirotécnico de “la movida” nos tenían confundidos con sus excesos estéticos y no percibimos lo que se estaba cociendo.
Un día, años más tarde, descubrimos que el osito había ido más allá, restyling le llaman. La obsesión de la marca por ponerle “tierno” llevó a su mascota a alcanzar cotas de “sensibilidad” impropias en un oso polar (aunque este sea de miga de pan)
Sus formas se habían suavizado, sus gestos se contraían con delicadeza y su mirada repentinamente azulada y enmarcada por unas pestañas inverosímiles, nos recordaba más a Joan Collins que a Bud Spencer (que es un oso de toda la vida aunque por entonces no estuvieran de moda)
El osito de Bimbo estaba pidiendo a gritos un cambio : el que le convierta en el protagonista de la primera reasignación de género de una marca.
Desde Violencia Esquimal proponemos un crowdfunding para conseguir el dinero necesario para la operación (los dibujos no sufren) y que por fin se transforme en la osita que siempre quiso ser.
¡Si hasta el nombre lo tiene de moderna truculenta!
Ánimo Bimba, la Bosé ya no será la única. Saca tus armas, rompe moldes y conviértete por fín en “La fresca del barrio”.
violenciaesquimal.wordpress.com 
JAjajajajaja! nunca lo había pensado… quizá está buscando «los papeles de la paella» XP